Es el nombre que los hombres han ido dando a Dios según la experiencia que de él han ido teniendo en el transcurrir de la historia. Es por tanto un nombre “colectivo” y subjetivo
ELOHÍM
Es el nombre que el hombre da a Dios desde su intimidad, desde su propia personal experiencia del reconocimiento que tiene de Dios actuando en su vida.
Elohím es por tanto un nombre “personal” subjetivo, ya que distintas personas pueden tener diferentes experiencias de Dios actuando en sus vidas y le denominarán de acuerdo con la que cada uno haya tenido.
Por ejemplo, si ha sentido la misericordia tenida por Dios con él, para esa persona pasará a ser el “Dios de la misericordia”.
YAHWEH (suele encontrarse escrito Yahvéh ó Yahvé)
Presenta una total diferencia con los anteriores: este es un nombre objetivo, porque no procede de las experiencias colectivas o individuales que el hombre haya tenido de Dios, sino que es el Nombre con el que Dios se revela al hombre.
El Nombre “YAHWEH”
Dios, revelándose como YAHWEH dice en forma absolutamente nueva quien y qué es. Su nombre es misterioso y su acción maravillosa, inaudita.
Hemos escuchado en Ex 3, como Dios habló a Moisés en el Sinaí, diciendo: Yo soy el Dios en quien han creído tus padres; el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; y más adelante: “YO SOY EL QUE SOY”, añadiendo:…”este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación”.
Ahora bien ¿qué ha pasado con ese nombre?. Pues todo lo contrario de lo que Yahvéh quiso al revelarse en el Sinaí: ser conocido y honrado universalmente. Analizamos el por qué ha ocurrido así. Desde los más remotos tiempos bíblicos se consideró enigmático el nombre de Yahweh; y por un reverencial respeto, nunca se pronunciaba, sólo se escribía. Incluso hoy, en las Sinagogas, cuando en la lectura aparece ese nombre, el lector lo sustituye por otro: Adonay (Señor mío); Kyrios, traduce la Biblia griega.
Cuando en Alejandría se tradujo la Biblia del hebreo al griego, tres siglos antes de Jesucristo, sus autores, (setenta sabios), en lugar de transcribirlo tal como estaba, sustituyeron el nombre de YAHWEH por el de ZEUS, que era el principal “dios” del Olimpo, entre la multitud de “dioses”.
Así como otros términos: Amén y Aleluya, siendo típicamente hebreos se han universalizado trascendiendo a todas las lenguas, lo mismo debiera haber ocurrido con el de YAHWEH, pero por lo dicho, y en consecuencia no usarlo, se olvidó incluso su vocalización y de ahí viene la otra versión escrita de JEHOVÁ.
La Biblia se siguió escribiendo, pero en griego, por lo que ya nunca volvió a aparecer el nombre de YAHWEH sino el de ZEUS, como se ha dicho; pero es que cuando se tradujo del griego al latín el nombre que se utilizó fue el de DEUS, nombre común a los diversos “dioses” del Panteón Romano. Esa traducción latina pasó a la liturgia de la Iglesia y a todas las demás lenguas, de forma que en ninguna parte se nombra a YAHWEH por su nombre propio.
“Dios” es pues un nombre común en las diversas religiones a pesar de su diversidad, asumido como propio a modo de concepto y que designa el Ser Supremo.
La devaluación del significado de YAHWEH es evidente y sus consecuencias, aunque inadvertidas, muy graves, pues por ahí comenzó la ignorancia inculpable de la Humanidad respecto de YAHWEH. Sin duda esto ha afectado a la universalidad de la fe.
Felizmente ha empezado a emplearse YAHWEH en las nuevas traducciones Bíblicas, conformes a las lenguas originales.
Los nombres bíblicos en hebreo expresan lo que significan y así el de YAHWEH expresa tanto la “unidad” como la “trinidad” de su SER. En efecto, YAHWEH se compone de las siguientes tres sílabas: La primera, formada por una sola letra, la más simple de la lengua hebrea, “Yod”, que corresponde a la primera persona divina, (el Padre). Por aspiración viene la segunda, apareciendo la voz fonética ”YAH” (el Hijo), la cual tiene necesidad en su pronunciación de un apoyo final en una tercera “WEH” (el Espíritu Santo). Separadas aparecerían así: “Y – AH – WEH”. Uniendo las tres se forma un solo nombre, el propio del único Dios verdadero.
Por todo ello, al identificarse Dios como YAHWEH, lo hizo por “ EL QUE ES, UNO Y TRINO, ÚNICO SER EXISTENTE POR SÍ MISMO, EL CREADOR ”.
A la vez, en el Apocalipsis, reveló su trascendencia al decir: “YO SOY el Alfa y la Omega”, el principio por el cual todo tiene su origen y su fin, en quien el Universo encuentra su supremo sentido y su consumación.
VENTANA ABIERTA
La Iglesia perseguida
Para que los cristianos del Medio Oriente puedan vivir su fe con plena libertad y ser instrumento de reconciliación y de paz. (Oración del Papa Benedicto XVI)
Serie: "Salmos extractados"
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Dios Padre Celestial ha dicho: “Tú eres mi Hijo; yo te he engendradohoy; pídemelo y te daré en herencia todas las naciones de la tierra; gobernarás los pueblos con cetro de hierro”.
Serie: "Flashes"
Bíblicos
Ya es hora de despertaros del sueño. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz (Rm 13, 11b. 12-13a)
Serie: "Enigmas bíblicos"
Con este título, presentamos una serie de “pasajes” de la Biblia que resultan de una misteriosa interpretación. Los iremos exponiendo, dando su referencia Bíblica para poder localizarlos. La respuesta explicativa que poseemos la daremos en la siguiente sesión a aquella en la que se planteó el enigma.

ORACIÓN PERSONAL
Señor, ilumínanos para que sepamos transmitir todas estas verdades a los hermanos, y danos fuerzas para poder adaptar cada vez más nuestra vida a Ti, a fin de colaborar a que el reino de Dios se expansione aquí en la tierra.
Ref.- La Biblia. Mn. Eduardo Vivas Llorens. Enrique Roldán González. La Biblia en 42CD´s de Editorial EDIBESA. Semanario católico Alfa y Omega. MAGNIFICAT
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