jueves, 30 de mayo de 2013

“Temas varios”- La Paz interior


BUSCANDO ALCANZAR LA PAZ INTERIOR (V)
Introducción
-La aventura del cristiano que de verdad quiere serlo -hasta alcanzar la paz interior como resultado del encuentro y acogida de Jesucristo resucitado- es apasionante, y a la vez dura, pero el premio vale la pena. Y aunque todo ello procede del don de la gracia de Dios, también por nuestra parte hay que esforzarse. Esto lo sabemos todos; y, por ello, en este trabajoso intento de poder alcanzar la paz interior, hemos añadido a nuestras exposiciones y experiencias referencias de personas relevantes, que han recorrido este camino y que la han obtenido. De ahí que incluyamos sus consejos como valiosas enseñanzas.
-Vamos a presentar en este capítulo una serie de consideraciones sobre lo qué es y de cómo poder alcanzar esa buscada y ansiada “Paz interior”. Continuaremos en el próximo capítulo, y en el siguiente a ese hablaremos del cómo conservarla.

Lo que es
-La paz es el camino de la perfección, la sencillez del espíritu, la serenidad de la conciencia, la tranquilidad del alma y el lazo del amor. Y el demonio, que sabe bien esto, pone todo su esfuerzo en hacernos perder la paz. -San Pío de Pietrelcina-


San Pío de Pietrelcina-

-La paz es camino de santidad porque obra la gracia del Espíritu Santo; es la que permite actuar bajo su impulso, afable y sereno, no en medio de la inquietud, agitación y precipitación.  
Lo que conlleva
-“Característica de un hombre de Dios, es la paz en su alma”. -San José María Escrivá-.
-Pero es sabido que antes de poner paz en un lugar, es preciso luchar. La vida cristiana es un combate contra los espíritus malignos. -Ef 6, 12-. Ese combate inevitable es el terreno de nuestra purificación, de nuestro crecimiento espiritual. Es donde aprendemos a conocer nuestra debilidad y la infinita misericordia de Dios.
¿Cómo alcanzarla?
-Jesús: “Sin mí no podéis hacer nada-Jn 15,5-
-Es imposible llegar a la paz interior sin la oración.
-Se trata de una reeducación lenta, por lo que se necesita paciencia con uno mismo. Nos puede ayudar esta enseñanza-experiencia de Santa Teresa de Jesús: 
“Nada te turbe, nada te espante. Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta”.
-Santa Teresa de Jesús-

-Un gran obstáculo para el abandono total en Dios, es el no entender el sufrimiento, y el temor al mismo. Nuestra fuerza está en creer que Dios no permite sufrimientos inútiles; la experiencia nos lo va confirmando a lo largo de nuestra vida.
-El abandono en Dios es una gracia que hay que pedir, es un fruto del Espíritu Santo, que el Señor no niega a quien lo pide con fe. (Hemos dado testimonio de ello en los capítulos anteriores)
 -La paz nace de la humildad. Nada nos altera como el amor propio y la estima que tenemos de nosotros mismos (nuestro orgullo) -San Francisco de Sales-
-Es preciso tratar los asuntos cuidadosamente, pero sin prisa ni preocupación, porque se oscurece la razón y el juicio, impidiendo hacer bien lo que emprendemos.  -San Francisco de Sales-

-No os dejéis desalentar si os parece que sois cobarde y tibio. Tratad de olvidar y dirigid el alma hacia Dios. Mientras os inquieten esas cosas no avanzaréis. Esos impedimentos sólo cesarán cuando los despreciéis y olvidéis. -JMª Libermann-

Serie: “Flashes”

NO RECUERDES

No recuerdes, no reavives ningún “mal recuerdo”. El mal arrepentido está perdonado. La generosidad del amor presente repara el pasado. Olvida las acciones concretas. Basta mantenerte delante de Dios Padre, como pecador beneficiario de su infinita misericordia. Piensa solamente en la gracia de Jesucristo que te ha salvado; en el olvido eterno de tus faltas, que Dios ha destruido. Guarda para Él un corazón filialmente contrito, receptivo y tierno: eso es la compunción.

Serie: “Salmos extractados”
85  SALMO DE LA PAZ
Dios habla de paz para Israel y sus aliados con tal que no retornen a su locura. Cerca está su salvación para quienes le temen

Ref.- La Biblia. MAGNIFICAT. Jacques Philippe. J L, Soldado del reino de Dios y Antonio López Herrera