BUSCANDO ALCANZAR LA PAZ INTERIOR (V)
Introducción
-La aventura del cristiano que de verdad quiere
serlo -hasta alcanzar la paz interior como resultado del encuentro y acogida de
Jesucristo resucitado- es apasionante, y a la vez dura, pero el premio vale la
pena. Y aunque todo ello procede del don de la gracia de Dios, también por
nuestra parte hay que esforzarse. Esto lo sabemos todos; y, por ello, en este trabajoso intento de poder alcanzar la paz interior, hemos añadido a nuestras exposiciones y experiencias referencias de personas
relevantes, que han recorrido este camino y que la han obtenido. De ahí que
incluyamos sus consejos como valiosas enseñanzas.
-Vamos a presentar en este capítulo una serie de
consideraciones sobre lo qué es y de cómo poder alcanzar esa buscada y ansiada
“Paz interior”. Continuaremos en el próximo capítulo, y en el siguiente a ese hablaremos
del cómo conservarla.
Lo que es
San Pío de Pietrelcina-
-La paz es
camino de santidad porque obra la gracia del Espíritu Santo; es la que permite
actuar bajo su impulso, afable y sereno, no en medio de la inquietud, agitación
y precipitación.
Lo que
conlleva
-“Característica de un hombre de Dios, es
la paz en su alma”. -San José María Escrivá-.
-Pero es sabido que antes de poner paz en
un lugar, es preciso luchar. La vida cristiana es un combate contra los
espíritus malignos. -Ef 6, 12-. Ese combate
inevitable es el terreno de nuestra purificación, de nuestro crecimiento
espiritual. Es donde aprendemos a conocer nuestra debilidad y la infinita
misericordia de Dios.
¿Cómo
alcanzarla?
-Jesús: “Sin mí no podéis hacer nada” -Jn 15,5-
-Es
imposible
llegar a la paz interior sin la oración.
-Se
trata de una reeducación lenta, por lo que se necesita paciencia con uno
mismo. Nos puede ayudar esta enseñanza-experiencia de Santa Teresa de Jesús:
“Nada te turbe, nada te espante.
Todo se pasa, Dios no se muda. La
paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios
basta”.
-Santa
Teresa de Jesús-
-Un gran obstáculo para el abandono total
en Dios, es el no entender el sufrimiento, y el temor al mismo. Nuestra fuerza
está en creer que Dios no permite
sufrimientos inútiles; la experiencia nos lo va confirmando a lo largo de
nuestra vida.
-El abandono en Dios es una gracia que hay
que pedir, es un fruto del Espíritu Santo, que el Señor no niega a quien lo
pide con fe. (Hemos dado testimonio de ello en los capítulos anteriores)
-La
paz nace de la humildad. Nada nos altera como el amor propio y la estima
que tenemos de nosotros mismos (nuestro orgullo) -San
Francisco de Sales-
-Es preciso tratar los asuntos
cuidadosamente, pero sin prisa ni preocupación, porque se oscurece la razón y
el juicio, impidiendo hacer bien lo que emprendemos. -San Francisco de Sales-
-No os dejéis desalentar si os parece que sois cobarde y tibio. Tratad de olvidar y dirigid el alma hacia Dios. Mientras os inquieten esas cosas no avanzaréis. Esos impedimentos sólo cesarán cuando los despreciéis y olvidéis. -JMª Libermann-
Serie:
“Flashes”
NO RECUERDES
No recuerdes, no reavives ningún “mal
recuerdo”. El mal arrepentido está perdonado. La generosidad del amor presente
repara el pasado. Olvida las acciones concretas. Basta mantenerte delante de
Dios Padre, como pecador beneficiario de su infinita misericordia. Piensa
solamente en la gracia de Jesucristo que te ha salvado; en el olvido eterno de
tus faltas, que Dios ha destruido. Guarda para Él un corazón filialmente
contrito, receptivo y tierno: eso es la compunción.
Serie:
“Salmos extractados”
85 SALMO DE LA PAZ
Dios habla de paz
para Israel y sus aliados con tal que
no retornen a su locura. Cerca está su salvación para quienes le temen
Ref.- La
Biblia. MAGNIFICAT. Jacques Philippe. J L, Soldado
del reino de Dios y Antonio López Herrera