“Temas varios”- Destellos espirituales

CAPÍTULO (XVIII)

“Huellas en el camino espiritual”  (12)

Padres y Doctores de la Iglesia (VII)

Introducción

De la lista de los 33 Doctores de la Iglesia, dedicamos este y el próximo capítulo a las tres únicas mujeres declaradas -hasta ahora- Doctoras de la Iglesia: Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Lisieux.

Santa Teresa de Jesús –Fundadora y Doctora- (1515-1582)

Santa española nacida en Ávila el 25 de marzo del 1515. Se llamaba Teresa Sánchez Cepeda Dávila y Ahumada. Religiosa, mística y escritora; Fundadora de las Carmelitas descalzas, cambiando su nombre por Teresa de Jesús, aunque también es conocida como Teresa de Ávila. En esta obra de reforma y fundaciones contó con la inestimable ayuda de san Juan de la Cruz.

Declarada Doctora de la Iglesia en 1970 por el Papa Pablo VI, y de quien podemos extraer grandes enseñanzas, de las que aquí solo damos unos “destellos”:

- Enseñanza: ...porque creo yo, que si no es naciendo de raíz del amor de Dios, no llegaremos a tener con perfección el del prójimo.

- Enseñanza: Si es docto, que enseñe; si es santo, que rece; si es prudente, que nos dirija.

- El camino del infierno está empedrado de buenos propósitos  nunca realizados.

- No tengáis miedo.

- Enseñanza: Miren que no son tiempos de creer a todos, sino a los que vean conformes a la vida de Cristo. 

-Toda la pretensión de quien comienza oración ha de ser trabajar y determinarse y disponerse, con cuantas diligencias pueda, a hacer su voluntad conforme a la de Dios.

- Enseñanza: Y el que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece ser otra cosa perder el camino sino dejar la oración.

- Sin este cimiento fuerte -de la oración- todo edificio va falso.

-Personal: Por no estar arrimada a esta fuerte columna de la oración, pasé este mar tempestuoso casi veinte años con estas caídas.

Apunte: La experiencia vivida y transmitida por santa Teresa en todos sus escritos se basa en la oración como el modo por excelencia de relación y comunicación con Dios.

Algunos de sus libros más conocidas: Son diversos, pero se significan especialmente: “Camino de perfección” y “Las moradas”. No obstante, Edith Stein (1891- 1942) -Judía convertida-, mártir de los nazis, fue al leer el libro de la vida de Santa Teresa de Jesús, cuando exclamó: ¡Esto es la verdad!. Fue filósofa, mística, religiosa carmelita, mártir y santa alemana. Canonizada por el Papa Juan Pablo II en 1998 como Santa Teresa Benedicta de la Cruz. 

Convento de Santa Teresa

Sólo damos unos versos del siguiente famoso poema de Santa Teresa de Jesús, que escribió tras uno de sus distintos “Extasis”, en los que en algunos se elevaba hasta un metro:

-Vivo sin vivir en mí,

y tan alta vida espero

que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!

¡Qué duros estos destierros,

esta cárcel, estos hierros

en que el alma está metida!

Sólo esperar la salida

me causa dolor tan fiero,

que muero porque no muero.

Venga ya la dulce muerte,

el morir venga ligero,

que muero porque no muero.

Mro. de la Anunciación

-De las muchas Fundaciones  de Santa Teresa de Jesús, fue en este Monasterio -que se inauguró el 25 de Enero de 1571-, en el que vivió los últimos quince días de su existencia terrenal. En Alba de Tormes.

 Oración-Epitafio

Para los que tengan tiempo e interés incluimos a continuación

 47 distintas frases suyas:

“No me vendo, es el único lujo de los pobres” 

“Si Satanás pudiera amar, dejaría de ser malvado. “Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; más no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo” “La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre.” “Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte.” “Hay que agotar todos los esfuerzos antes de quejarse” “Si no hemos perdonado nosotros, demos sentencia contra nosotros, que no merecemos perdón.” “El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras.” “El amor de Dios es el árbol de la vida en medio del paraíso terrenal.” “La verdad padece, pero no perece.”  “Tener gran confianza... Quiere su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza en sí.” “Guíe su Majestad por donde quisiere. Ya no somos nuestros, sino suyos.” “De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.” “Tu deseo sea de ver a Dios; tu temor, si le has de perder; tu dolor, que no le gozas, y tu gozo, de lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz.” “Las cosas de este mundo son tan vanas que parecen juegos de niños.” “Tengo experiencia en lo que son muchas mujeres juntas. ¡Dios nos libre!” “Es imposible... Tener ánimo para cosas grandes, quien no entiende que está favorecido de Dios.” “Darse del todo al Todo, sin hacernos partes.” “Parezcámonos en algo a nuestro Rey, que no tuvo casa, sino en el portal de Belén adonde nació y la cruz adonde murió” “Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno lo dan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden.” “No le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama.” “Siempre he visto en mi Dios harto mayores y más crecidas muestras de amor de lo que yo he sabido pedir ni desear.” “¿Quien no temerá habiendo gastado parte de la vida en no amar a su Dios?” “La perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo.” “Quien no amare al prójimo no os ama, Señor mío.” “El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él.” “La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo” “El que quiere conseguir todo debe renunciar a todo” “Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.” “Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios.” “No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.” “La vida es una mala noche en una mala posada.” “No contemples las faltas de los otros, sino sus virtudes, y piensa en tus propios defectos y debilidades.” “Mira que el amor es fuerte, vida, no me seas molesta; mira que sólo te resta, para ganarte, perderte.” “¡Cuan triste es, Dios mío, la vida sin ti!” “Esta fuerza tiene el amor si es perfecto, que olvidamos nuestro contento por contentar a quien amamos.” “En la cruz esta la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo.” “No sabemos amar... No está en el mayor gusto sino en la mayor determinación de desear contentar en todo a Dios...” “Todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en Vos, que si no mirásemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos...” “El amor mundano apega a esta vida; el amor divino por la otra suspira. Sin ti, Dios eterno, ¿Quien puede vivir?”  El deseo del cielo que dejaban las visiones en su alma era inefable. "Desde entonces, dejé de tener miedo a la muerte, cosa que antes me atormentaba mucho". Las experiencias místicas de la santa llegaron a las alturas de los esponsales espirituales, el matrimonio místico. Ref.- Varias fuentes. J L, Soldado del reino de Dios y Antonio López Herrera.