martes, 26 de febrero de 2013

“Temas varios”- La Paz interior


Introducción
En este trabajo vamos intercalando referencias al miembro del equipo mencionado en el capítulo (I) a modo de experiencias testimoniales que esperamos sean útiles, dado que ya ha salido de aquella situación siguiendo el siguiente proceso:
1.- Revisa, consolida y aumenta su fe, atendiendo a lo publicado en los capítulos (I)-(II), y realizando una selección de acuerdo con su situación y forma de ser.
2.- Hace oración, con referencia especial a la mostrada en el capítulo (III)
3.- Ha tenido una experiencia personal estando en oración ante el Sagrario. Capítulo (IV)
4.- Se Sumerge en la búsqueda de la paz interior en sí misma. Capítulos (V y VI)
BUSCANDO ALCANZAR LA PAZ INTERIOR (II)
Introducción
Habíamos pensado pasar a comentar la influencia de la oración en este intento de alcanzar la paz interior, pero por su prioridad(*) le dedicamos también este capítulo a la Fe, pretendiendo no el aumentar nuestro “almacén” de conocimientos sobre la fe, sino ofrecer nuevas opciones para que junto a lo visto en el capítulo (I) cada  cual pueda hacer su propia selección abreviada (*) con aquello que más le ayude a consolidar, aumentar y profundizar en su fe como relación íntima vivencial con Jesús, y siempre sin olvidar que la fe es un don: “Habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios” (Efesios 2,8)
(*) Recomendamos elegir pocos conceptos -si puede ser uno mejor-, porque si son muchos se dispersa la atención y resulta más difícil adquirir una idea concreta y clara en la que centrarse.
La FE
Nuevas “balizas” sobre la Fe     
(*)-Si la fe falta, la oración es imposible. Luego, cuando oremos, creamos y oremos para que no falte la fe. (San Agustín)
- Cuando la fe es firme y está arraigada en el corazón, las dificultades no amedrentan, porque hay una convicción fuerte de que Dios no abandona (San Francisco de Sales)
-Lo que los ojos del cuerpo son para las cosas visibles, lo es la fe para las cosas escondidas al alma. (San Isaac de Siria). Comentario: la fe tiene sus propios ojos, su luz divina.
-Por la fe, Cristo toma forma en el hombre interior del creyente. -Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. (Gál 3,26-29)
-En la Sagradas Escrituras encontramos numerosos casos en que se pone de manifiesto la fe y su importancia, por ello, y para no prolongar excesivamente este trabajo, remitimos a ellas, sin dejar de dar aquí algunas referencias:
Abrahán (Génesis 12..). Tu fe te ha curado (Mc 5, 25-34) y en (Lc 18, 35-43)..Basta que tengas fe.(Vers. 36 de Mc 5, 21-24 y 35-42). “Si tuvierais fe como un grano de mostaza…..(Mt 17,20)


Abrahán
La Hemorroisa
La hija de Jairo
-La luz que recibe el hombre que busca el sentido último de su vida procede de Dios, que se revela y se entrega a él. La fe es la respuesta del hombre a Dios.
Nos preguntan: ¿Cómo luchar contra los temores que nos acosan?.
Jesús, al morir en la cruz, nos redimió del pecado, pero de la misma manera nos redimió de los temores y de las sensaciones de peligro. No obstante si aún existen en nosotros, hay un camino infalible: “abrirse” a la actuación redentora de Cristo. (Ver más abajo “aclaración")
-La fe es una adhesión personal a Dios. “Yo se en quien tengo puesta mi fe”. (2 Tm 1, 12)
- La fe es conocer la Verdad y adherirse a ella. Notar que se hace vida en nuestro interior, trascendiendo a toda la persona.
-Mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí. (Gál 2, 19b-20)
Breve consideración
Sabemos muchas cosas sobre la fe, ¿pero la tenemos?. ¿Es verdadera? ¿Cómo saberlo? Mira a ver si has seguido o estás siguiendo el proceso de recibir la obra redentora de Cristo, porque eso es la fe. Si lo haces, verás como desaparecen las dudas, porque la fe verdadera compromete a toda la forma de vivir del creyente: Es liberadora y transformadora de la persona.
Aclaración.-Recibir la obra redentora de Cristo es acoger todo su contenido y organizar nuestra mente y nuestras acciones de acuerdo con ella.

San Agustín
Fe sobrenatural
-La fe es una virtud sobrenatural mediante la que creemos firmemente todo lo que Dios nos ha revelado y la Iglesia nos enseña.
-La fe que nos hace cristianos es un don gratuito de Dios (San Agustín).
La fe sobrenatural no es un asentimiento ciego ni mucho menos irracional, sino un proceso en el que intervienen: La razón, la inteligencia, la voluntad y la gracia divina.(***)
La Razón, porque la necesita. Así lo avalan los Papas Pablo VI(*) y Benedicto XVI(**).          
La Inteligencia, porque tiene que dictaminar si lo que se plantea -cuyo contenido no es para nosotros  evidente-, es razonable o irracional, si se puede y se debe creer.
La Voluntad, que interviene al final de ese proceso, apareciendo así el rechazo o el asentimiento. La fuerza que se requiere es la de la voluntad, que ayudada por la Gracia lleva al asentimiento como respuesta voluntaria a lo que Dios nos enseña y propone para nuestra salvación. La Voluntad por sí misma, sola, sin ayuda de la Gracia, no es capaz de empujar al entendimiento a tener fe. “Creer es un acto del entendimiento” (Santo Tomás).
(***) No cree quien quiere, sino quien tiene la Gracia para creer (San Agustín).
(*) “La fe, aunque sobrepasa a la razón, la necesita”.
(**) ”La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana”.
Benedicto XVI
Serie: “Flashes”
–“Por la fe entendemos, de corazón creemos”. –Antigua profesión de fe-

-Mientras la ciencia y el intelecto toman su certeza del conocimiento, la fe la toma del amor.   
                                                                                                              -Santo Tomás-
Santo Tomás de Aquino

Serie: “Salmos extractados”
69  SALMO DEL ALMA PERDIDA
Sálvame Dios mío porque las aguas me llegan al cuello, me hundo en el abismo y las olas me anegan. Mírame con  ternura que tu  amor es bondad.
Ver la advertencia que ya hicimos para esta sección en el Tema Dios, Capítulo (I)

Ref.- La Biblia. Catecismo de la Iglesia Católica. MAGNIFICAT. Pbro. Santiago Martínez.           J L, Soldado del reino de Dios