martes, 30 de julio de 2013

“Temas varios”- La Paz interior



BUSCANDO ALCANZAR LA PAZ INTERIOR (y VII)
Presentación
En los seis capítulos precedentes hemos tratado de lo que nos puede ayudar para alcanzar la paz interior; ahora, en el presente, trataremos sobre cómo poder conservarla. 
Introducción
En las personas que gozan de paz interior podemos observar una serie de comportamientos muy definidos. Por ser consecuencias deseables de ver en nuestros días -tan plagados de todo lo contrario- y, al mismo tiempo, por resultar consustanciales con la paz interior, de todas ellas hacemos referencia a dos: la Libertad y la Alegría, que tratamos respectivamente al principio de este trabajo y al final, cerrando el presente capítulo.
La Libertad
Se observa en muchas personas el que, a pesar de sus creencias religiosas, aparecen en este mundo como “encogidas”, “desanimadas”, “frenadas”, “temerosas”  de………tantas y tantas cosas.
Con el fin de ayudar a contrarrestar esa actitud tan negativa, que tanto perjudica al que la padece y que da una imagen tan poco atractiva de una Iglesia viva y luminosa, incluimos las siguientes referencias:
).- “Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud”. -Gálatas 5, 1-2-.
Gracias al sacrificio de Cristo, los que pasaban la vida como esclavos del pecado y el miedo a la muerte, quedan libres

).- Enseñanza del Papa Francisco I:
“Jesús nos quiere a los cristianos libres como Él”. Con aquella libertad que viene del diálogo con el Padre, de este diálogo con Dios. Jesús no quiere cristianos egoístas, que sigan el propio yo, que no hablan con Dios; ni cristianos débiles, cristianos que no tienen voluntad, cristianos “a control remoto”, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse con la voluntad de otro, y no son libres. ¡¡Jesús nos quiere libres!! Y ¿dónde se consigue esta libertad?.         En el diálogo con Dios en la propia conciencia.
Si un cristiano no sabe hablar con Dios, no sabe escuchar a Dios en su propia conciencia, no es libre.

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La conciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es el lugar interior de mi relación con Él, que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender el camino que debo recorrer, y una vez tomada la decisión, a ir adelante, a permanecer fiel”.
Un ejemplo reciente de cómo es esta relación con Dios en la propia conciencia lo hemos visto en el Papa Benedicto XVI. Cuando el Señor, en la oración, le ha hecho comprender cuál era el paso que debía dar, ha seguido –con gran sentido de discernimiento y valor-, su conciencia, o sea la voluntad de Dios que hablaba a su corazón.
CÓMO CONSERVAR LA PAZ INTERIOR
De forma similar a cuando tratamos del cómo alcanzar la paz interior dando unas referencias, hacemos ahora al tratar del cómo mantenerla.
*Para mantener la paz sólo hay una solución: apoyarnos únicamente en Dios con una confianza plena en Él.












“Si no os hacéis como niños…..” –Mt 18, 3




-El combate espiritual consiste en defender la paz interior contra el enemigo que se esfuerza en arrebatárnosla.
Por eso, en ese combate, la gran victoria del padre de la Mentira –Satanás-, es conseguir poner en el corazón  de un hijo de Dios la desconfianza hacia su Padre celestial.
*Uno de los aspectos dominantes del combate espiritual es la lucha en el plano del pensamiento,
 por eso hay que oponer unos pensamientos que puedan devolvernos la paz, frente a los que intentan llevarnos a la confusión, al temor o al desaliento. Por su riqueza y actualidad aconsejamos ver nuestro Tema “El Apocalipsis” -explicado con claridad en 14 Cps-, y poniendo de manifiesto gran cantidad de conceptos positivos.                           
                                                     
 Jesucristo puerta del cielo Ap IV,1
                         Los Tronos celestiales  Ap IV,2-6                            

La Jerusalén celestial Ap XXI,10
*Todos los pensamientos que nos causan inquietud y agitación del alma no son en absoluto de Dios; son tentaciones del enemigo y, por consiguiente, hay que rechazarlos y no tomarlos en cuenta. -San Francisco de Sales-
*La inquietud es el motivo más frecuente de la pérdida de la paz interior ¡cuánto nerviosismo!.
Consideración:Ocupados en muchas cosas al mismo tiempo falta el sosiego para considerar qué es lo esencial, con lo que se queda desbordado y no hay alegría. “Sólo una cosa es necesaria-Lc 10, 38-42-
 
        La inquietud, la agitación
                                                                                             
Marta y María
-No hay nada que conserve más nuestras taras que la inquietud y la prisa por arrancarlas. -San Francisco de Sales-
La actitud debe ser el abandono en las manos de Dios, que nos libra o nos da fuerza para soportar y transformar el acontecimiento en beneficio nuestro.
*Moderar nuestros deseos, incluso los mejores, pues si deseamos al estilo tenso, precipitado y contrariados si no lo logramos inmediatamente, el alma se inquieta y pierde la paz, dificultando la actuación de Dios.
En ello coinciden todos los santos, y también nos ayuda la Palabra de la siguiente manera: Por nada os inquietéis, presentad en toda oración al Señor vuestras peticiones y acción de gracias. Y la paz de Dios guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús”.                                                                                                                     
*La razón fundamental por la cual podemos estar siempre en paz, viene de la confianza en la Palabra de Jesús.
“De su boca salía                                                     
una espada aguda de dos filos Ap 1,16 
La Palabra de Dios traída por Cristo salva al que la recibe y se adhiere a ella, y condena al que la rechaza y no cree.
.Aclara el leer Jn 12,47-48 Llega hasta las raíces de nuestro ser
                                                                                                                                         Ver Tema: “El ser humano”
*Nunca se debe olvidar la necesidad de la oración silenciosa como la auténtica fuente de la paz interior. El descanso en Dios en la oración contemplativa.
-Para conseguir la oración continua y mantener el alma en paz es preciso que Jesús more en ella. -JMª Libermann-
*El arma principal del cristiano es la fe, la adhesión total a Cristo. Es esa paz interior la que le permite luchar, no con sus propias fuerzas sino con las de Dios, que le dice: “Te basta mi gracia, pues mi mayor fuerza se muestra en la debilidad”. -2ª Cor 12,9-.
-Lo que realmente inspira confianza es contemplar a Jesús -que da su vida por nosotros- y alimentarnos  de ese amor que nos manifiesta en la Cruz.
-Alabado sea Dios por las nuevas aflicciones que te envía; continúa dándole gracias y no te quejes por nada de este mundo. -San Claudio de la Colombiére-.












El que no carga con su cruz y me sigue-Mt 10,38
Comentario personalAunque parezca un contrasentido, es cierto que cada vez que se padece se acude con más “intensidad” al Señor y Él te responde, con lo que se sale fortalecido.
-Os ha guardado hasta el momento, manteneos firm   emente en manos de la divina Providencia y os asistirá en todas las ocasiones y cuando no podáis caminar, Él os llevará. -San Francisco de Sales-
PARA CERRAR ESTE TEMA
La Alegría, según anunciamos al principio como segunda consecuencia de la paz interior.
Nota.- Sólo en los Evangelios aparece 24 veces. 56 en el N.T. y 217 en toda la Biblia.

 
1).-Referida a la alegría de los discípulos: como cuando Jesús designa a un grupo de setenta y dos y los envía a trabajar en la mies. A su vuelta comparten con Él la alegría por la misión cumplida. El combate de los discípulos no ha sido contra el mal -abstractamente comprendido-sino contra el Maligno y sus demonios, a los que en SU nombre han vencido. No obstante a esa alegría aún sobrepone Jesús el que estén alegres “porque vuestros nombres están inscritos en el cielo”. -Lc 10, 17-20-

2).- La Escritura: “Dios, con el poder de su gloria, os dará fuerza para soportar todo con paciencia y magnanimidad, con alegría.” -Colosenses 1, 11-
3).-Como Norma de oro
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros. -Jn 15,11-


 San Francisco afirmaba: “Contra todas las maquina­ciones y las astucias del enemigo, mi mejor defensa es el espíritu de alegría. Jamás el diablo está tan contento como cuando ha podido quitar la alegría del alma de un siervo de Dios. Tiene siempre en reserva un polvo que sopla en la conciencia a través de un tragaluz, para hacer volver opaco lo que es puro; pero en vano in­tenta introducir su veneno mortal en un corazón hen­chido de gozo. Nada pueden los demonios contra un servidor de Cristo a quien encuentran lleno de santa alegría; pero lo pueden en un alma apesadumbrada y deprimida que fácilmente se deja sumergir en la tris­teza o acaparar por falsos placeres”.
Por eso, el mismo santo se esforzaba siempre en man­tener el corazón lleno de gozo, conservar este aceite de alegría que su alma había recibido. Cuidaba mucho el evitar la tristeza, la peor de las enfermedades, y cuan­do se daba cuenta de que ésta empezaba a infiltrar­se en su alma, inmediatamente recurría a la oración. Decía:«En cuanto empieza a experimentar la primera turbación, el siervo de Dios debe levantarse, ponerse a orar y permanecer ante el Padre todo el tiempo ne­cesario hasta que éste le haya hecho recobrar el gozo del que está salvado».
                                                                                                                                                                        -Tomás de Celano-
         Biógrafo de san Francisco de Asís y de santa Clara 
Serie: “Salmos extractados”
SALMO 144 (II)
-El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan…cerca está el Señor  de los que lo invocan sinceramente.
Serie: “Flashes”
-La soledad del que está con Dios no es triste -San Rafaél Arnáiz (Hno.Rafael)- Sólo Dios basta-STJ
Cántico
Me has curado, me has hecho revivir, la amargura se me volvió paz cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía y volviste la espalda a todos mis pecados. -Isaías 38, 17-
Oración
 -Señor, tú calmaste la tempestad del lago cuando los apóstoles pensaban que iban a naufragar; te pedimos que, en medio de todas las dificultades, tengamos la certeza de que permaneces junto a nosotros.

Ref.- La Biblia. MAGNIFICAT. Alfa y Omega. Jacques Philippe. Mn. Eduardo Vivas Llorens.        J L, Soldado del reino de Dios y Antonio López Herrera