Formación - “Temas fundamentales” - La Creación (II)

Comentarios a los capítulos 1 – 3 del Génesis
Cada vez que alguien abre la Biblia y empieza a leer se encuentra con: “Al principio creó Dios el cielo y la tierra”, y a continuación con la descripción del proceso de la Creación. Pero no suelen quedar claros asuntos básicos como: El por qué de la Creación, junto a otros que ya quedaron relacionados en el trabajo anterior (7 ago 2009). Por eso dedicaremos unos capítulos para dejar bien sentados los cimientos para el entendimiento del grandioso y completo -aunque a veces dificultoso- mensaje cristiano, a fin de evitar errores y espejismos.
4ª – 1 El por qué de la Creación
Para explicar este punto -y aunque en siguientes capítulos ampliaremos con muchos más pormenores lo que a nuestra limitación se nos ha dado conocer de Dios-, partimos de una síntesis que nos puede servir de punto de partida para poder comprender la razón de ser de la Creación. “Dios es el ser Infinito, sin principio ni fin, espiritual en tres personas” De acuerdo con su Vida interior de Santidad manifestada en su Bondad viva, Sabiduría subsistente (*) y Amor incandescente, se trasciende comunicando su vida interior a otros seres que puedan recibirla y comunicarse con Él, a fin de hacerles partícipes de sus bienes; para ello es necesario que sean partícipes de su propia naturaleza espiritual. Hablamos de los Ángeles y de los Hombres.

(*) que permanece en su existencia con todas las condiciones propias de su ser y de su naturaleza.

4ª – 2 ¿Quienes son los Ángeles y los Hombres?
1) En cuanto es persona goza de libertad, movilidad propia; posee inteligencia pura y carece de miembros corporales. Es un espíritu vivo y sólo depende de Dios de quien recibe la existencia. Se relaciona con Dios y con los demás seres del Universo, especialmente con sus semejantes y los hombres. Si bien el Génesis no habla específicamente de la creación de los ángeles, sin embargo la presupone, pues da a conocer la intervención del ángel caído (en el engaño a Adán y Eva), en el que queda custodiando el camino al árbol de la Vida y de los ángeles fieles (en Apocalipsis 12). En toda la Sagrada Escritura se encuentran referencias a ellos, en total 222.
2) Más adelante ofreceremos un capítulo dedicado al hombre; de momento vaya por delante que no desciende del “mono”, sino que es un homínido y por tanto distinto del “primate”. Esto ha sido diferenciado ya hace mucho tiempo por la Ciencia, que en sus investigaciones han llegado hasta el “Mioceno”, situando en el Cuaternario a los homínidos denominados “Homo sapiens”.
Es importante fijarse como narra la Biblia que Adán no encontró “pareja” entre todos los animales creados, mientras que ante la mujer exclama: "Esta si que es hueso de mis huesos y carne de mi carne".
3) Una vez explicado lo anterior vemos “la trabazón” existente entre Dios, los ángeles y los hombres, al convenir todos en la naturaleza espiritual del "ser" como base primera, teniendo así la posibilidad de relación personal mutua entre Dios, los ángeles y los hombres. Toda comunicación en el mundo espiritual tiene su fuente en el mismo Dios, cuya vida íntima es la relación entre sí de las tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
4ª – 3 ¿Cómo ocurrió?
Dios vuelca su omnipotencia sobre la nada, expresándose sobre el caos absoluto, el vacío total, formando de la nada el Universo material, para cuya existencia y posterior desarrollo -siendo Él Luz- hace surgir primeramente la luz material, creando el átomo de hidrógeno que es un reflejo físico de la Unidad y Trinidad de Dios. Un átomo, -el más simple de los elementos- formado por tres componentes: - 1 protón, 1 neutrón y 1 electrón -.
4ª – 4 El proceso seguido
1) La materia
Dios le dio un impulso -que es la energía- para que se vaya desarrollando en forma progresiva y posea su propio principio de evolución. Al crear Dios la materia pone un orden que nos lo confirma la Ciencia: Una gran nebulosa sideral de Hidrógeno incandescente que, por un proceso de sucesivas transformaciones, dio lugar al Helio y los demás componentes. Surgen así sucesivamente: la luz y luego: el sol, la luna y las estrellas.
2) La vida
Así como a la materia la dota de energía, a la vida le otorga capacidad de transmitirse, engendrando otra nueva. Se trata de una maravilla muy superior a la energía pues ésta no puede transmitir vida, sino sólo transformar la materia. Se distinguen dos órdenes diferenciados: el vegetal y el animal. Dios, al crear la vida, la comunica a un ser superior que es el hombre, haciéndolo a su imagen y semejanza.
3) El espíritu
Dios crea el alma humana espiritual, que unida al cuerpo constituye la persona.
Crea el ángel, que como ya se dijo es espíritu puro.
- Queda, por tanto, clarificada la Creación en tres “órdenes”, que se desdoblan en seis etapas o días, según nos dice la Escritura.
- Dios, llevará adelante la Creación por medio de los ángeles y de los hombres.
4ª – 5 Cielo y Tierra
Con la denominación de cielo se entiende todo el mundo de las realidades invisibles -las del espíritu-, que constituyen el Paraíso Celestial del Señor, mientras que la expresión Tierra designa todo lo visible. El Credo dice: “Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible”.
El cielo comprende el mundo de los espíritus, y la tierra el corpóreo -que incluye lo que con frecuencia llamamos cielo pero que no es sino donde se encuentran los astros-, que está al alcance de nuestros sentidos y de la técnica. Se trata de dos órdenes de seres o de una doble ordenación de la Creación, dispuesta en dos planos distintos. Cielo y tierra no quieren decir un acá y un allá, pues no existe relación alguna de lugar entre ambos. El “hombre” participa de estas dos realidades.

Serie "Flashes"

El número 7

Que aparece en el Génesis y en otros lugares de la Sagrada Escritura, es muy significativo como símbolo de las obras perfectas.

Ref.- La Biblia. Catecismo de la Iglesia Católica.

Ms. Eduardo Vivas Llorens