La resurrección de Jesús
va más allá de la historia, por eso, además de haber podido dejar su huella
refrendada por testigos -como ya vimos en el capítulo anterior-, sólo un
acontecimiento real de una entidad radicalmente nueva era capaz de hacer
posible el anuncio apostólico; que no se puede explicar sólo por especulaciones,
o experiencias interiores, místicas. Con la resurrección de Jesús se ha
alcanzado un nuevo futuro para la humanidad: se ha
inaugurado una dimensión que nos afecta a todos y que ha creado un nuevo
sentido de la vida, del ser
con Dios.
Consecuencias de la resurrección de Jesús
-Jesús, con su Resurrección, ha instaurado
el Reino de los Cielos.
Las
consecuencias son tantas, que hemos acordado desarrollarlas en tres capítulos
diferenciados: (I) Jesucristo. (II) La Virgen María. (III) Nuestra resurrección.
Trascendencia (I)
¿Con qué finalidad resucitó? ¿En qué se traduce?; porque en
todas las cosas de Dios hallamos un porqué, una razón de ser.
Jesucristo resucitado es el principio eficaz de la divinización de la humanidad,
por haber obtenido en sí mismo la plena victoria sobre la muerte. Como don
divino afecta al género humano. En la
Biblia -en el Apocalipsis-, aparece como el “Primer
resucitado”, por serlo en estado glorioso.
La resurrección de Jesucristo es un proceso
glorificador que se comunica a su Cuerpo Místico, es decir, ha de verificarse
en la Iglesia ,
pues lleva el dinamismo de un don divino a la humanidad.
Aquí tenemos el
“Germen vital” del Reino de los cielos. Aquí
se vislumbra el resultado final de una humanidad creada con un espíritu
inmortal.
Él resucitó el día de Pascua; la Virgen María ,
primicia de Iglesia gloriosa, en el de su Asunción al Cielo; nosotros
resucitaremos el último día.
Sorprende leer que los discípulos estaban
llenos de alegría después de que el Señor se había alejado de ellos -Lc 24, 45-53-, cuando lo “normal” hubiera sido lo
contrario. Lo que se puede deducir es que los discípulos no se sienten
abandonados; no creen que Jesús se haya “como disipado” en un cielo inaccesible
y lejano. Evidentemente, están seguros de que el Resucitado, como Él mismo
había dicho -Mt 28, 20-, está presente
entre ellos; precisamente ahora, de una manera nueva y poderosa.
Además… les había prometido que
iba a prepararles un lugar en la casa de su Padre-Jn
14, 1-4-
-Lo fundamental para el ser humano consiste
en alcanzar la paz interior: la del Evangelio, “no dejándose arrastrar por
doctrinas complicadas y extrañas a la fe” -Heb
13,9-.
Gracias a Jesucristo resucitado podemos fortalecer la vida interior y tener vida
eterna, vida divina. También, lo más importante de la Iglesia : su metabolismo
sobrenatural, por el cual se diferencia de todas las demás organizaciones
humanas. Sumo y eterno Sacerdote, Jesucristo vive y actúa -aunque invisible a
nuestra mirada natural-, pero su acción se nota… Se ve cómo la resurrección de
Jesucristo ilumina nuestra fe, fundamenta nuestra esperanza, enardece nuestra
caridad. Además nos induce a buscar el Reino de los Cielos antes que ninguna
otra cosa. Todo este proceso se va realizando en
nosotros comenzando por lo más interior de la persona: el espíritu; se realiza por la fe y se acrecienta por las
buenas obras. Poco a poco hay que trabajar la propia santidad (1), para, a
semejanza de Jesucristo -pasando por la muerte-, llegar a la plena
participación de su vida gloriosa, que se manifestará no sólo en el alma, sino
también en nuestro cuerpo el día de la resurrección de la carne.(2)
(1) Más adelante presentaremos un Tema
monográfico sobre “La
Santidad ”
(2) Dentro de dos capítulos trataremos “La
resurrección de la carne”.
La
venida del Espíritu Santo -Hch 2, 1-11-
Es necesario
seguir el mismo camino que los apóstoles con mucha humildad, fundamento para ir
conociendo paso a paso la enseñanza del Reino de los Cielos revelado en el Nuevo
Testamento y, también, abriendo los ojos a una realidad: su lucha con Satanás -1ª Jn 3, 8- y contra todo el poder de las tinieblas -Ef 6,11-18, lo que hoy se
relega a tema poco menos que tabú.(3) Es preciso proseguir el camino por la
senda de la naciente Iglesia, formada concretamente en Pentecostés: los de aquél
primer núcleo conocieron directamente a Jesucristo y, como consecuencia,
interpretaron fielmente sus enseñanzas. De la oración hicieron una actividad
fundamental para la vitalidad de la
Iglesia , en la que desde su principio, la presencia de María
como verdadera Madre, ha otorgado el sello de una inefable garantía.
(3) Puede
encontrarse el Tema “Ángeles y demonios”
en el índice de “Temas” de este Blog
Otros caminos de ayuda
(4) Tenemos
publicados, en este blog, 14 capítulos explicando “El Apocalipsis”
-En el terreno
de la mística extrabíblica
recordamos -entre otros-, a san
Francisco de Asís. A san Juan María Vianney -Párroco de Ars-. A santa Teresa de
Jesús. A santa Margarita María Alacoque.
También hay que
mencionar el conocimiento de Jesucristo resucitado por vía mística como medio de saber, en contraste con
los medios experimentales científicos. Como las ciencias están fundadas sobre
la materia, carecen de recursos para dar un veredicto con pleno conocimiento de
causa sobre las realidades que pertenecen a la vida sobrenatural. En cambio,
sobre la base de la fe, se puede colocar la experiencia mística y realizar una
labor teológica y exegética, que la ciencia puede reconocer dentro de sus
límites. Como la resurrección pertenece al orden de la vida eterna, sólo es
posible conocerla por este proceso, y alcanzarla viéndola por la gracia.
Tengamos
presente que la Resurrección de Jesucristo informa todo el Nuevo Testamento. Toda
la historia de la Humanidad
ha de recapitularse en Él, que es su punto Omega y nos da la vida eterna.
- Forma
parte del mensaje de los testigos anunciar que Jesús vendrá de nuevo para
juzgar a vivos y muertos, y para establecer definitivamente el Reino de Dios en el mundo.
SUBIÓ AL CIELO -Lc 24,50-53-, Y ESTÁ
SENTADO A LA DERECHA DE
DIOS PADRE -Lc 20,42. y Lc 22, 69-, Y DE
NUEVO VENDRÁ CON GLORIA PARA JUZGAR A VIVOS
Y MUERTOS -Mt 25, 31-46-
Un “Adicional” a los efectos producidos
por la Resurrección
de JESUCRISTO
Hasta aquí, en
nuestra exposición, nos hemos referido a las repercusiones en la Humanidad , en el Género
humano. Quisiéramos ahora proponer el que
cada uno considere personalmente si también -y cómo-, repercute en su propia experiencia de fe.
Hay muchas
personas que desde luego “no han visto ni tocado” a Jesús en su nuevo cuerpo
transformado, pero sí que han tenido en su vida experiencias extremas en las
que han podido reconocer SU
intervención -“inequívocamente”-, por los acontecimientos medibles ocurridos. Suelen denominarse “encuentros” o
“reconocimientos” que, cuando son auténticos, producen tal efecto en la persona
receptora de ese don, que invariablemente cambia su vida en todos los aspectos:
la deja marcada como si se tratase de un “sello” de fuego interior ya
imborrable. Se le disipan las dudas, empieza a amar lo que antes le resultaba
imposible, y pasa de forma inevitable -sin ya poderlo callar-, a anunciar el
reino de Dios y a Jesucristo resucitado.
Progresivamente,
en el contacto íntimo con el Resucitado, van viviéndose experiencias jamás
imaginadas anteriormente. Se llega a hablar de la Pascua como la fiesta del
porvenir, al ir comprobando como la vida terrena sólo adquiere su verdadero
sentido en la medida en que se percibe y anhela vivir la eterna junto al Padre.
Estas personas han pasado a creer en Jesucristo resucitado como persona divina
actuando en sus vidas; tienen: la vital experiencia
cristiana de fe.
Serie:
“Salmos extractados”
63 SALMO DE LA
NOCHE ESPIRITUAL
Te busco Señor; mi alma tiene sed de ti y languidece como tierra seca, agotada y sin agua. Pensando en ti medito en
mis vigilias; exulto a la
sombra de tus alas.
Serie:
“Flashes”
“Si
tus labios profesan que Jesús es el Señor y tu corazón cree que Dios lo resucitó,
te salvarás” -Rm 10, 9-.
Trascendente lectura donde se afirma el
significado que tiene esta confesión
para el cristiano: ¡¡ es causa de salvación !!.
Ref.- La
Biblia. Joseph Ratzinger. Mn. Eduardo Vivas Llorens. J L, Soldado del reino de
Dios
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