BUSCANDO ALCANZAR LA PAZ INTERIOR (VI)
Introducción
Si dijéramos que nuestro trabajo es un “método” que
siguiéndolo nos lleva a “conseguir” la paz interior, sería un error y una
petulancia; error porque más que un método lo que ofrecemos son unas “pistas”
que ayuden a predisponer nuestro interior para pedir y recibir esa paz como un
don procedente de Dios, -el único que puede hacérnosla llegar-. Mientras que el
“conseguir” pudiera mal interpretarse como la presunción de alcanzarla por
nuestro propio esfuerzo y poder. ¿Y cuál es realmente nuestro poder?
Cuando el 12 Jun, estábamos
dispuestos a dejar así ese párrafo para publicarlo en su momento, junto con el
resto del capítulo en el que teníamos que seguir trabajando, encontramos como
primera lectura del día lo que sobre
esto dice San Pablo en su 2ª Carta a los Corintios, añadiéndolo porque confirma
lo que acabábamos de expresar:
“Hermanos: esta confianza
con Dios la tenemos por Cristo. No es que por nosotros mismos estemos
capacitados para apuntarnos algo, como realización nuestra; nuestra capacidad
nos viene de Dios”. -2ª Cor 3,4-
Cómo
alcanzarla (continuación)
-La paz es un don
de Dios
-La paz requiere
la fe en Dios. La fe en Cristo resucitado, considerar su
victoria sobre la muerte y el pecado.
-Cuando la
persona ha experimentado una conversión sincera y profunda que le lleva a pedir
perdón a Dios, siempre aparece el don de la paz,
porque el perdón de Dios no sólo quita la culpa perdonando, sino que también
cura.
-Es importante
que se busque y trate de mantener el corazón en paz a
pesar de los sufrimientos, preocupaciones y caídas, porque así permite
al Espíritu Santo actuar de nuevo en lo más profundo de nosotros.
-Sólo
Dios puede alcanzar la profundidad del corazón del hombre, donde habita el mal
profundo.
-Por nuestra
parte lo importante es la buena voluntad, orar para comprometernos a vivir el
Evangelio.
-Hay que destacar
el confiar en
la misericordia de Dios, como dice Santa Teresa del Niño Jesús. (Y
como hemos experimentado y contado en los capítulos anteriores)
-El cristiano que
espera, que cree, que sigue al Señor con confianza, encuentra la paz en el
corazón. No una total y absoluta en todos los
momentos, pero sí una fuerza interior que permite afrontar la dificultad de la
vida con confianza, con serenidad, abandonándose a Dios.
-Encontrar la paz
no es otra cosa que encontrar y acoger a Cristo resucitado.
-A través de
Cristo conocemos el amor del Padre
-En el
corazón del Padre alcanzamos una paz más profunda
-Sirvamos como soldados, con todo
nuestro ardor, bajo este Jefe irreprochable.
-San Clemente de Roma-
-Siempre llenos
de buen ánimo, sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del
Señor, pues caminamos en la fe y no
en la visión -2 Co 5, 6-7-.
-Si alguna cosa es capaz de hacer a un corazón libre y
dilatado, es el perfecto abandono en Dios y en su santa voluntad –Bossuet-
-Mantén la calma
dentro de ti mismo. Deja de lado las disputas y dirige tu persona a la oración.
A cualquier injuria no respondas con otra injuria, sino ora por esa persona.
-Los grandes medios de instaurar
en nosotros el reino de Jesús son: el espíritu de oración continua y la paz del
alma -JMª Libermann-
Serie:
“Flashes”
-La historia
instruye, la ley enseña, la profecía anuncia, la reprensión corrige, la
enseñanza moral aconseja; pero el libro
de los salmos es como un compendio de todo ello y una medicina espiritual
para todos. -San Ambrosio-
Serie:
“Salmos extractados”
SALMO 29
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y
no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del
abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa .….Cambiaste mi luto en
danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
Ref.- La
Biblia. Jacques Philippe. Edit. EDIBESA. J L, Soldado
del reino de Dios y Antonio López Herrera