lunes, 28 de mayo de 2012

Formación - “Temas varios”- La Resurrección (II)


INTRODUCCIÓN
ERROR: Llamar resurrección a lo que no lo es.
En ninguno de los casos que presentamos a continuación se produce una verdadera resurrección, aunque los encontremos así titulados en los libros. Se trata de “retornos” a la misma vida material que tenían antes de morir, y aún este retorno tiene carácter temporal, pues vuelven a morir. Sin embargo en la resurrección se realiza una verdadera transformación de ese cuerpo en el mismo cuerpo, pero con tales características que ya no puede morir. Lo trataremos con detalle en próximos capítulos.

LA RESURRECCIÓN APARENTE
En el Antiguo Testamento
El Profeta Elías revive al hijo de una viuda, en Sarepta de Sión -1º Reyes 17, 17-23-
El Profeta Eliseo reaviva al hijo de la Sunamita -2º Reyes 4, 16-36-
En el Nuevo Testamento
Jesús vuelve a la vida a varios difuntos:
-La hija de Jairo -Mc 5,21-42
-El hijo de la viuda de Naím -Lc 7,11-17-
 -Su amigo Lázaro -Jn,11-
-El apóstol Pedro vuelve a la vida a Tabita (Gacela), en Jafa -Hechos 9, 36-41-
-El apóstol Pablo retorna a la vida a un muchacho muerto (Eutiquio) -Hch 20, 9-12
OBSERVACIÓN
Siempre que en nuestros trabajos incluimos una referencia bíblica, es con el fin de darle fundamento a esa parte concreta; pero, en todo caso, aconsejamos leer en la Biblia el párrafo completo, pues sin duda el lector se verá enriquecido por el contexto del que forma parte nuestra puntual referencia.
OTROS ERRORES
Entran aquí ciertas expresiones que se escuchan con cierta frecuencia, particularmente en los funerales. Una de ellas es que el difunto “ya ha resucitado”; Monseñor Francisco Pérez         -Arzobispo de Pamplona-, recuerda  que “muerte y resurrección no son simultáneas”, y que ésta se producirá tras la segunda venida de Cristo.
Tampoco es exacto decir, como una generalidad, que quien ha muerto “ya goza de Dios en el cielo”. Al morir -recuerda el Obispo-, toda persona es juzgada. El resultado puede ser: la entrada al cielo, la condena eterna, o la necesidad de purificación. En este último estado es donde se produce la purificación de los apegos, los vicios, etc, que nos separan de Dios; por ello debemos ofrecer nuestras oraciones de intercesión a favor de los hermanos que se encuentran en el Purgatorio.

Serie: “Salmos extractados”
61  SALMO DEL DESTERRADO
Desde el extremo de la tierra hacia ti grito en el desmayo de mi corazón. Colóca­me en lo alto de la Roca inaccesible.
Serie: “Flashes”
“El que me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” -Jn 8, 12-

Ref.- La Biblia. Semanario católico “Alfa y Omega”. Mn. Eduardo Vivas Llorens. J L, Soldado del reino de Dios