INTRODUCCIÓN
ERROR: Llamar
resurrección a lo que no lo es.
En ninguno de
los casos que presentamos a continuación se produce una verdadera resurrección,
aunque los encontremos así titulados en los libros. Se trata de “retornos” a la
misma vida material que tenían antes de morir, y aún este retorno tiene
carácter temporal, pues vuelven a morir. Sin embargo en la resurrección se
realiza una verdadera transformación de ese cuerpo en el mismo cuerpo, pero con
tales características que ya no puede morir. Lo trataremos con detalle en
próximos capítulos.
En el Antiguo Testamento
El
Profeta Elías revive al hijo de una viuda, en Sarepta de Sión -1º Reyes 17, 17-23-
El
Profeta Eliseo reaviva al hijo de la Sunamita -2º Reyes 4, 16-36-
En el Nuevo Testamento
Jesús vuelve a la vida a varios difuntos:
-La hija de Jairo -Mc 5,21-42
-El hijo de la
viuda de Naím -Lc 7,11-17-
-Su amigo Lázaro -Jn,11-
-El apóstol Pedro vuelve a la vida a Tabita (Gacela), en Jafa -Hechos 9, 36-41-
-Su amigo Lázaro -Jn,11-
-El apóstol Pedro vuelve a la vida a Tabita (Gacela), en Jafa -Hechos 9, 36-41-
-El apóstol Pablo retorna a la vida a un muchacho
muerto (Eutiquio) -Hch 20, 9-12
OBSERVACIÓN
Siempre que en
nuestros trabajos incluimos una referencia bíblica, es con el fin de darle
fundamento a esa parte concreta; pero, en todo caso, aconsejamos leer en la Biblia el párrafo completo,
pues sin duda el lector se verá enriquecido por el contexto del que forma parte
nuestra puntual referencia.
OTROS ERRORES
Entran aquí ciertas
expresiones que se escuchan con cierta frecuencia, particularmente en los
funerales. Una de ellas es que el difunto “ya
ha resucitado”; Monseñor Francisco Pérez -Arzobispo de Pamplona-, recuerda que “muerte y resurrección no son
simultáneas”, y que ésta se producirá tras la segunda venida de Cristo.
Tampoco es
exacto decir, como una generalidad, que quien ha muerto “ya goza de Dios en el cielo”. Al morir -recuerda el Obispo-, toda
persona es juzgada. El resultado puede ser: la entrada al cielo, la condena
eterna, o la necesidad de purificación. En este último estado es donde se
produce la purificación de los apegos, los vicios, etc, que nos separan de
Dios; por ello debemos ofrecer nuestras oraciones de
intercesión a favor de los hermanos que se encuentran en el Purgatorio.
Serie: “Salmos extractados”
61 SALMO DEL DESTERRADO
Desde el extremo de la tierra hacia ti grito en el desmayo de
mi corazón. Colócame
en lo alto de la Roca
inaccesible.
Serie:
“Flashes”
“El que me siga no andará en tinieblas, sino que
tendrá la luz de la vida” -Jn 8, 12-
Ref.- La Biblia. Semanario
católico “Alfa y Omega”. Mn. Eduardo Vivas Llorens. J L, Soldado del reino de Dios